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La Consejería de Educación murciana ha dado hoy a conocer los ganadores de la sexta edición del concurso literario "En mi verso soy libre" para alumnos de aulas hospitalarias de toda España, en el que se ha galardonado a niños de los hospitales Virgen de la Arrixaca (Murcia), Santa Lucía (Cartagena) y Clínico de Valladolid.
En el certamen, que tiene como objetivo potenciar la pasión por la literatura e incentivar la creatividad de los niños escolarizados en las aulas hospitalarias por sufrir alguna enfermedad, han participado cerca de 200 menores hospitalizados en centros de ocho comunidades autónomas diferentes.
El tema central de los relatos debía estar relacionado con el bosque, y los ganadores del concurso han sido Adrián Sánchez, del aula del hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia en la categoría A (niños de entre 6 y 9 años); Ana Marina Alcaraz, del hospital Santa Lucía de Cartagena en la categoría B (entre 10 y 13 años), y Nazaret Cachón, del hospital Clínico de Valladolid en la categoría C (entre 14 y 17 años).
Por su parte, el relato presentado por el alumno del hospital Morales Meseguer de Murcia Salvador Madrid ha recibido la Mención de Honor de esta sexta edición del certamen.
El jurado, compuesto por miembros de la Consejería de Educación, profesores y especialistas en literatura infantil, ha seleccionado además por su calidad literaria una veintena más de trabajos, que se publicarán junto con los relatos ganadores en el libro "En mi verso soy libre. Relatos 2013" que editará la Fundación Cajamurcia y distribuirá en los centros educativos de la región.
Además, los ganadores leerán y grabarán sus creaciones, que se emitirán en el programa "Te leo mi cuento" del canal de televisión infantil FAN3, que se emite en los hospitales de toda España con la colaboración de la Fundación Antena3.
La entrega de premios y la presentación del libro de relatos tendrán lugar el próximo 3 de mayo en un acto en el hospital Santa Lucía de Cartagena.

En esta VI edición del certamen 'En mi verso soy libre', se han presentado casi 200 obras literarias de ocho comunidades autónomas

Los relatos serán leídos por sus autores y grabados para la emisión de un programa de Antena 3 que se difunde en los hospitales de toda España























Revistas de Aulas Hospitalarias de Castilla y León

 http://www.educa.jcyl.es/es/temas/atencion-diversidad/revistas-aulas-hospitalarias

Una muestra de la primeras revista del aula hospitalaria (HCUV)







  
         


Otras portadas de revistas A.H.VA.:
 
   
  


      
Aulas hospitalarias: un rincón para aprender y divertirse







  CERTÁMENES LITERARIOS
Las Aulas Hospitalarias de Valladolid, Barcelona y Cartagena premiadas en el  I Certamen Literario
Murcia.   Fuente: Consejería de Sanidad - [02/03/2008]

La primera edición del Certamen de Relatos de las Aulas Hospitalarias ha premiado los trabajos realizados por niños ingresados en Valladolid, Barcelona y Cartagena, seleccionados entre los 118 relatos presentados a las tres categorías del concurso.

En concreto, en la primera categoría (de 6 a 9 años), resultó premiado el relato "La piedra de los tres diamantes", de Ania García Sanz, del Aula del Hospital Clínico Universitario de Valladolid. En la segunda modalidad (entre 10 y 13 años) el primer premio recayó en el trabajo de Marina López, del Aula Hospitalaria Santa Mª del Rosell de Cartagena, que presentó con el título "Unos sueños muy especiales". Asimismo, el relato "Pequeña Alicia", de Ada Soler Llorens, del Aula Hospitalaria Clínic de Barcelona, obtuvo el primer galardón la tercera categoría (entre 14 y 17 años). El jurado concedió también una mención especial para "Los cuatro elementos", de Claudia Yulieth Quiroga Muñoz, del Aula Hospitalaria Ramón y Cajal de Madrid, que participó en esta última modalidad.

La Consejería de Educación, Ciencia e Investigación convocó, este certamen literario a través de las Aulas de los hospitales de Murcia y Cartagena, con la denominación genérica “En mi verso soy libre”, dirigido a potenciar en los niños, niñas y adolescentes que sufren alguna enfermedad, la pasión por los libros, así como despertar o incentivar las capacidades creativas y literarias.

En esta edición podían participar todos aquellos alumnos que hayan permanecido en alguna de las Aulas Hospitalarias de nuestro país, con un relato sobre "los sueños: los sueños oníricos, el sueño como ilusión, nuestras pesadilla..."

Los miembros del jurado destacaron la calidad de los relatos participantes, que apuntan a lo literario, como su extraordinaria calidad humana y la capacidad para emocionar al lector. Se han recibido cuentos con una gran variedad de estilos, riqueza estructural, llenos de imaginación y con un excelente vocabulario. Por ello se prevé la publicación de una antología que recoja tanto los relatos premiados como otros seleccionados por el jurado, que pasarán a convertirse en un libro de lecturas para los escolares.

El acto de entrega de premios tendrá lugar el próximo mes de mayo. Los galardonados recibirán en la primera, segunda y tercera categoría, respectivamente, una cámara de vídeo digital, un ordenador portátil y una cámara de fotos digital, además de un lote de libros. A las Aulas Hospitalarias se les dotará con 300 euros en libros para la biblioteca a la que pertenezcan los ganadores y a los profesores responsables se les entregará, en agradecimiento a su labor e implicación en el proyecto, un lote de libros y placa.

 CERTAMEN LITERARIO DE CASTILLA Y LEÓN
ALBERTO PÉREZ GANA EL I CERTAMEN LITERARIO        
              'CUENTOS DE HOSPITAL'
El relato 'La vida de un enfermo galáctico', escrito por Alberto Pérez, de 13 años, de Valladolid, ha resultado hoy ganadora del I Certamen Literario "Cuentos de Hospital" para niños ingresados en centros sanitarios de Castilla y León.
El premio ha sido promovido por la Asociación de Escritores Noveles (AEN) de Valladolid, y cuenta con el respaldo de las consejerías de Sanidad y Educación de la Comunidad, con el objetivo de fomentar la creatividad y servir de aliciente a enfermos con problemas crónicos para superar el dolor y la incomodidad de los tratamientos.
Según difunde Efe, el ralato ganador cuenta la historia de un enfermo galáctico, al que le ataca el virus de los tromboflantos y al que asisten enfermeros robot.
El premio ha consistido en un ordenador.
Ha sido declarada primera finalista del certamen Claudia Segundo, de 13 años y alumna del hospital Río Hortega de Valladolid con 'Escrito en un diario', con la guerra como fondo y un final de los que hacen llorar.
El tercer premiado ha sido Marcos Zapico, del complejo asistencial de León, con 'La ilusión'.
Dos menciones especiales han recibido los trabajos 'El niño mágico' de Cristian Marqués, de 15 años, también operado en el Clínico de Valladolid, que se adentra en los poderes que recibe un niño al darse un golpe en un ojo; y Sergio Martín, de 9 años, también paciente del mismo hospital, por su historia sobre un abeto humano que se acaba casando con una mujer esquimal.
(16/06/09)
El relato:

'La vida de un enfermo galáctico'
Nos encontramos en el planeta Miércoles, como ya saben ustedes el que se encuentra detrás del planeta Marte según nuestro sistema solar ahí se encuentra nuestro protagonista ingresado en el hospital EL MARCIANO VERDE, se llama así porque lo fundó un marciano de color verde, como no, bueno aquí nos contara el señor Griposín que tal lo pasó allí:

Me ingresaron un día por tromboflautitis galopante que está producida por un virus que en vez de andar galopa que se llama tromboflauto. Me lo descubrieron por casualidad cuando andando por la calle parecía que iba oyendo a un caballo detrás mío, entonces cuando hablé con el médico, que era un marciano azul con las orejas muy grandes, por eso presumía de oscultar muy bien pasó que entonces nada más poner la oreja oyó un cataplop, cataplop… y dijo que eso era el tromboflauto.

Me ingresaron en una cama que mucho decían que si las de agua inflada son muy cómodas que si no te mojas…Pero la realidad fue que pasé la primera noche todo húmedo. ¡Viva la tecnología alienígena!

A la mañana siguiente vino un  roboenfermero a sacarme sangre pero ¡qué horror! Vi llegar a un robot que se parecía a drácula porque tenia dos jeringas muy grandes en lo que era el deposito del robot, que se encontraba en la parte que correspondería a la boca, dos jeringas muy grandes y me pegó tal picada que me dejó seco como un higo y el roboenfermero se marcho como cuando vino con unos ruidosos bip, bip y allí como si no hubiera pasado nada.

Posteriormente vino mi médico con un escáner realista, es decir, que te pasan una pantallita por el cuerpo y te ven en formato real todo lo que tienes en tu interior, el doctor vio a los tromboflautos moverse y como estos sabían que sin más datos no eran vulnerables les sacaron la lengua al doctor medio riéndose; ¡ten virus para que encima se rían del que les va a destruir!

Por ese día ya no me tocaron más pruebas así que quitando cuando venia un roboauxiliar a ver que tal estaba y a verme como iban los virus con la pantallita que os comente antes y también se rieron de él. Luego me puse a ver la tele en 3d, echaban la hora marciana que es un programa dedicado a las noticias de la galaxia.

Posteriormente me sirvieron la cena eso fue lo peor porque decían que tenia pollo a las “fines herbes” a al remanguillé con gotitas de estracto de jamón todo concentrado, claro tu oyes eso y te relames de gusto pero cuando veo llegar un platito con una especie de mota de polvo en el medio del plato casi me da algo, fui a preguntar que qué era eso y me dijeron que era el pollo concentrado y que era muy alimenticio etc…Pero me comí esa cosita que sí sabia muy buena pero tendría que haberme tragado más de 30 platos como ese para haberme llenado el estomago un poquito.

Bueno después de la cena me fui a tomar unas pastillas que ellos llamaban de triple efecto, que no eran más que tres pastillas juntas que te las tenias que tragar a la vez y ya me fui a la cama de agua a descansar un ratito para que mañana pudiera estar bien para empezar el tratamiento de trombomicina que es el medicamento más eficaz contra los tromboflautos.

 Al tercer día de ingreso vino el médico a llevarme a hacer una prueba de sonido galopante que sirve para ver si la trombomicina ha quitado ya el sonido de la galopada de los tromboflautos, la prueba consistía en colocarte en una sala cerrada e insonorizada y mediante un aparato llamado el sonoarchibador registrar todos los sonidos que yo iba oyendo en mi cuerpo y por suerte el sonido galopante ya no estaba allí eso quería decir que el tratamiento funcionaba ¡hurra!

Luego me dieron una pastilla nueva la tromboaniquileitor que sirve para eliminar el 100% del virus, luego llegó la hora de la comida y ora vez la comida concentrada ¡qué hambre!

Por la tarde me fui a la ducha que era automática y si ponías algo debajo calculaba tu temperatura, la del ambiente y graduaba ella solita el agua; la pega era que si ponías una esponja fría salía el agua fría y si ponías un cubo de agua caliente salía el agua hirviendo; esa ducha estaba bien para gastar bromas a los robots que pasaban por allí ya que les decías que se te había caído algo en la ducha y al activarse el sensor empapaba al robot y se paralizaba durante media hora y así me reía yo un rato con los robots, las toallas eran de secador incorporado ya que cuando las acercabas a tu piel se calentaban y te secaban rapidísimo; a la hora de ir al servicio para hacer las necesidades tenias que tener cuidado porque en la parte de encima de la taza al acabar bajaba un escobajillo rápidamente y por debajo un potente aspirador recogía todo y si no te levantabas rápido te succionaba hacia dentro.

Después de la “consulta con el servicio” me sirvieron la merienda, como no, también concentrada en un punto del plato me fui a leer el libro de los mejores chistes estelares.

No hubo nada que destacar hasta la cena que el doctor me dijo que mañana si en el escáner realista no había nada de tromboflautos me podía ir para casa.

Dormí de maravilla pensando solo en salir de allí para volver a la Tierra.

A la mañana siguiente desayuné y me miraron con el escáner realista y el doctor vio que no había ni rastro de tromboflautos ¡estaba curado! Recogí mis enseres y cogí en el astropuerto una nave interplanetar que me llevó de vuelta a la Tierra.

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Del 'bibliobús' al 'bibliocarro'
El Mundo.es. Castilla y León
Ical | Valladolid
Viernes 16/03/2012 15:55 horas
La Junta de Castilla y León y la Fundación Everest entregaron este miércoles 15 bibliotecas móviles, dotadas con 150 libros y valoradas en 1.200 euros cada una, a otros tantos centros de Infantil y Primaria de las nueve provincias, con el objetivo de potenciar "el aprendizaje y el desarrollo de la comprensión lectora" y hacer que "todo" el colegio, gracias a los 'carritos', sea "una gran biblioteca", según dijo la directora general de Innovación Educativa y Formación del Profesorado, Pilar González.
La principal ventaja que ofrecen frente a las bibliotecas tradicionales es que "se pueden llevar a todos los espacios del centro". Así, permiten que "en las diferentes aulas y momentos se pueda trabajar con los alumnos como si se estuviera en la biblioteca", añadió la directora general, quien presidió el acto en ausencia del consejero de Educación, Juan José Mateos.
Con la entrega, en la que se reconoció la labor de 15 centros que han destacado dentro del Plan de Fomento de la Lectura o en actividades relacionadas con las bibliotecas escolares, se completa esta iniciativa, que arrancó el curso pasado con la entrega de otros 56 'carritos' y que ofrece, según González, "unas posibilidades metodológicas importantes".
Los centros que recibieron las bibliotecas móviles son el Colegio Rural Agrupado (CRA) Los regajales (Nava de Arévalo, Ávila), el CRA Tomás Luis de Victoria (Sanchidrián, Ávila), el Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Tesla (Trespaderne, Burgos), el Instituto de Enseñanza Secundaria La Gándara (Toreno, León), el CEIP Castilla y León (Aguilar de Campoo, Palencia), el CEIP Santa Teresa (Alba de Tormes, Salamanca), el CRA Peña de Francia (El Maíllo, Salamanca), el CRA Campos Castellanos (Cantimpalos, Segovia), el CRA Retama (Chañe, Segovia), el CEIP Golmayo (Golmayo, Soria), el CEIP Miguel Delibes (Aldeamayor de San Martín, Valladolid), el CEIP Miguel de Cervantes (Valladolid), el CEIP Hospital de la Cruz (Toro, Zamora) y el CEIP Nuestra Señora de la Paz (Villaralbo, Zamora).
Asimismo, se entregó otra biblioteca al aula hospitalaria del Clínico Universitario de Valladolid. En ella, como en el resto, se guarda una selección de libros "realizada por la Junta en colaboración con la Fundación Everest en función de las características de los niños y de los centros", detalló Pilar González. Entre los títulos figuran libros de consulta, en varios idiomas e infantiles.

Recortes de prensa:

 

    

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